En esta entrada os voy a contar con detalles hasta qué punto he sufrido dolores de cabeza prácticamente desde que tengo uso de razón. He ido a muchas consultas médicas en busca de respuestas que nunca encontraba. La conclusión de todos los médicos era que tengo migrañas por herencia familiar.
Mis primeros recuerdos de dolores de cabeza
Pues haciendo memoria, recuerdo que hace prácticamente veinte años desde que comencé a padecer dolores de cabeza. Es cierto que cuando estaba en primaria, estos dolores normalmente desaparecían tras un rato durmiendo o descansando. Poco a poco, eso sí, me costaba más que desaparecieran estos dolores. Iba a muchos médicos cuando era pequeña, y todos decían que me encontraba estupendamente. Uno de ellos incluso llegó a decir que la niña lo que está haciendo es llamar la atención. Ahora me encantaría encontrarme a esa persona para decirle que no, no estaba llamando la atención. Le preguntaría si siempre que no es capaz de encontrar un diagnóstico probable es porque el paciente está mintiendo para intentar llamar la atención. Si tienes un paciente que dice que tiene una dolencia y no sabes encontrar el motivo que la provoca, es posible que sea necesario seguir indagando en busca de qué le está pasando a esa persona.
Un niño puede no tener excesivo estrés en comparación con un adulto, pero cuando tienes que hacer tus deberes y ejercicios, que supongo que a vosotros os mandaban un montón de cosas prácticamente a diario igual que a mí, y necesitas descansar mucho rato durante el día para que tus dolores de cabeza bajen de intensidad y poder seguir haciendo tus deberes, pues te queda poco tiempo para jugar, que es una cosa muy importante para los niños. Poco a poco, a medida que abandonamos la niñez, en la adolescencia ese tiempo de jugar pasa a llamarse “tiempo para desconectar”, que es igual de importante. Normalmente, no podía estudiar todo lo necesario por culpa del típico dolor de cabeza que parecen punzadas cada vez más fuertes y que no te permite hacer prácticamente nada.
Migrañas continuas
Cuando empecé a acercarme a los veinte años de edad, estos dolores eran prácticamente constantes, lo cual hacían que estuviese buena parte del día de mal humor. No sabía el motivo, pero las migrañas eran cada vez más continuas y, lo peor de todo, más intensas. El día a día así era muy complicado. Además, les recuerdo que en esta entrada solo estoy hablando de uno de los
síntomas, los dolores de cabeza. Es quizás el que más me ha atacado pero no es el único, como os he contado en entradas anteriores y os contaré también en las siguientes. Aun así, poco a poco, se saca tiempo para sacar adelante las cosas, sin saber cómo. Supongo que te acostumbras a que lo normal sea estar con dolores. Te ha tocado a ti y ya está, hay que asumirlo y aprender a vivir con ello. Así estuve pensando durante mucho tiempo.
Muchas visitas a médicos especialistas
Esa mentalidad, en parte, venía de mis continuas visitas a médicos especialistas en busca de qué provocaban mis dolores de cabeza. Herencia. Familia. Siempre lo mismo. Las mismas respuestas en todos los sitios. Se suponía que no me pasaba nada. Una vez me dijeron que necesitaba fisioterapia, que probablemente eso solucionaría mis migrañas. Pero no, fui al fisio y es cierto que otros síntomas bajaban su intensidad, pero no el dolor de cabeza. Todas estas visitas a consultas especializadas, lo único que conseguían eran aumentar mis dudas con respecto a qué me pasaba.
El día que sospeché que tenía histaminosis
Hasta que un día oí hablar de la
histaminosis. Ciertamente, llevaba unos días en los que apenas tenía dolores súper intensos de esos que te limitan hasta el punto de que te impiden hasta moverte, pero del mismo modo, llevaba días con migrañas no muy intensas pero que no cesaban en ningún momento de las 24 horas del día. Cuando oí hablar de la histamina y de sus síntomas, sinceramente, pensé que esto era un “
engañabobos” como otro cualquiera.
Las migrañas aparecen cuando hay una acumulación de histamina en el organismo por falta de actividad de la enzima DAO. Esta histamina ingerida por los alimentos se distribuye por nuestra sangre hasta acumularse en ciertos tejidos y produciendo inflamaciones, haciendo que aparezcan distintos síntomas.
Leí que el único tratamiento de la histaminosis es realizar una
dieta baja en histamina durante unos meses para que el cuerpo se recupere, pero en mi caso fue prácticamente tan milagroso que cuando me leáis no me creeréis. Desde el primer día que empecé la dieta, desaparecieron mis síntomas. Hace ya algo más de dos meses desde que la comencé, probablemente entre 8 y 10 semanas, y es cierto que en días puntuales he tenido algunos síntomas pero de forma puntual y solo durante unos minutos. Dolores de cabeza en concreto, en estos más de sesenta días, habré tenido unos dos o tres días. Dolor de poca intensidad y de muy poca duración.
¿Qué se siente cuando dejas de tener dolores de cabeza constantes?
La sensación que yo he tenido ha sido la de quitarme un peso de encima, literalmente. Quitarte esa limitación para todo. Curiosamente, ahora que en España estamos en toque de queda y que en el ambiente planea un nuevo confinamiento, nunca me he sentido más libre. Si tienes estos síntomas, te invito a que eches un vistazo a mi blog y a mis redes sociales. Quien sabe, lo mismo encuentras la solución a tus problemas. Y si no, pues al menos encontrarás algunas
recetas saludables, sin azúcar y sin conservantes ni aditivos.
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