Es cierto que no es obligatorio hoy día hacer confinamiento en España, pero lo estoy haciendo. Si quiero hacer visitas a la familia y evitar en la medida de lo posible llevar el virus, creo que es necesario estar unos días sin salir de casa. ¡Así tendré más tiempo para preparar recetas!
El confinamiento estricto que hubo en Marzo tampoco es que me pesara mucho puesto que entre las series que hay que ver, los trabajos que tenía de la facultad y hacer ejercicio, pues sinceramente no noté nada fuera de lo normal en la vida de una estudiante (de una estudiante a la que no le gusta salir de fiesta a emborracharse, claro). Y menos mal que no me gusta. Soy más de pizza (ahora pizza sin histamina), peli (o maratón de cualquier serie) y manta.
Recordando el confinamiento de Marzo
Al volver a hacer un confinamiento estricto, de hecho, más estricto que en Marzo, porque ahora no voy a salir ni a comprar, es inevitable pensar en aquellos meses. Muchos de nosotros nos hemos equivocado en hablar de “que duro es lo que nos ha tocado vivir” cuando nos referimos al mero hecho de estar encerrados en casa. Duro es lo que le ha tocado vivir a las personas que han perdido a sus familiares. O las personas que han estado gravemente enfermas, aunque se hayan recuperado, pero no han podido contar con la presencia de sus seres queridos. Duro también puede ser lo que le está tocando a los perros que son abandonados. Desde el verano veo más perros abandonados que nunca. Perros que se adoptaron para sacarlos a pasear cuando no se podía salir. Eso sí, aquí tengo que hablar de lo afortunado que es un perrito que vi pasear por primera vez en los días de confinamiento, con tres o cuatro humanos diferentes que se lo turnaban y que hoy día sigue saliendo a pasear. Historias detrás de una ventana. Sé que hay excepciones, y el no salir a la calle puede ser muy duro en según qué situaciones. Pero todos no estamos en situaciones de ese tipo.
El inicio de la desescalada
Cuánto asco le tengo a esa palabra. Y a perimetral. Por no hablar de que todos tenemos a un primo virólogo que es una eminencia en no sé dónde. Hoy me estoy calentando un poco, ya paro. Cuando empezó a haber fases de desescalada, tuve unos síntomas muy fuertes y compatibles con el virus, así que pensé que había caído. Pero no, varios meses después descubrí la histaminosis por casualidad y, al empezar una
dieta baja en histamina, todos mis síntomas desaparecieron desde el primer día. Lo bien que sienta la sensación de dejar atrás una mochila pesada que me lastraba desde hacía muchos años, prácticamente desde que tengo uso de razón. Y es por eso que decidí crear
este blog. Este blog, este canal de
Youtube, este
Twitter, este
Instagram y este
Pinterest, que lleva su tiempo. Decidí hacerlo porque hay muy pocas
recetas bajas en histamina y, en la mayoría de sitios, dichas recetas incluyen ingredientes que no son del todo aptos para todo el mundo como esas recetas con zumo de limón o algún fruto seco. Aquí entra un término curioso,
“bajo en”. Cualquier cosa puede ser
“baja en” si lo comparamos con algo que es
“alto en”. Con esto me refiero a que veo muchas recetas bajas en histamina que incluyen ingredientes como por ejemplo cítricos, que todos sabemos que no son recomendables. Pero claro, bajo en histamina puede que lo sea en comparación con una pizza familiar precongelada. Esta dificultad para encontrar recetas que de verdad nos hagan bien es lo que me animó a crear mi blog y redes sociales.
Primeras alegrías
Iniciar un blog es duro, en el sentido que se necesita dedicar cierto tiempo y es muy complicado generar visitas desde el primer día y esto a veces nos puede desmotivar. Escribir para nadie siempre duele. Es cierto que en Instagram por ejemplo he tenido cierto movimiento desde antes incluso de subir las primeras recetas. Pero lo que de verdad me ha alegrado esta semana ha sido el hecho de publicar una receta y recibir ciertos comentarios. Respondí, intentando ayudar y la persona a la que le escribí ni me respondió. Mi sorpresa fue recibir una foto de esta persona después de haber realizado la receta que yo acababa de publicar. ¡Tardó menos de dos horas! Un blog o un Instagram como el mío pues nunca se van a hacer viral, por ejemplo, porque la mayoría de la gente no conoce la histamina. Y es lógico porque si no te sienta mal, veo una tontería gastarte más dinero en los ingredientes que comprando los ingredientes tradicionales. Pero que haya personas reales detrás de esos me gusta, sinceramente, es muy gratificante. ¡Un saludo a todos!
Muchas gracias por el esfuerzo que realizas para mantener la actividad en las redes sociales. Es cierto que somos una minoría pero gente como tú nos ayuda con el problema. Muchas Gracias y sigue así, ánimos!
ResponderEliminarGracias a ti por leerme y por comentar. Espero seguir ayudando a personas como nosotros que padecemos histaminosis. Un saludo.
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